La enfermedad psicosomática se refiere a afecciones físicas que son causadas o agravadas por factores emocionales y psicológicos. En estas enfermedades, el estrés, la ansiedad, la depresión u otras emociones negativas influyen en el cuerpo, provocando síntomas físicos reales como dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, hipertensión y dolores musculares, entre otros. Aunque los síntomas son físicos, su origen está en la mente y las emociones.
Los seres humano tenemos todo un abanico de emociones que se expresan de formas distintas desde el amor y el cariño hasta la rabia y la agresividad. Se podría decir que las emociones son el lenguaje que el organismo tiene para comunicarse sobre sus necesidades, sobre si están satisfechas o no.
Cuando, por diferentes razones, nos hemos sentido obligados a reprimir la expresión de ciertas emociones, el organismo se ve privado del canal natural de su expresión emocional. Entonces busca otras vías para poderlas expresar y muchas veces eso ocurre a través del cuerpo en forma de tensiones, dolores o enfermedades psicosomáticas.
En un plano alegórico se podría decir que las emociones tienen que fluir como un río. Cuando se construye una presa, el río queda bloqueado pero ejerce una presión que va creciendo a medida que la cantidad de agua apresada aumenta. Al final la presa queda desbordada o rota por las fuerzas del agua y se crean riachuelos o riadas descontroladas por otros lugares que el lecho natural del río. En el organismo humano, estos riachuelos equivaldrían a las somatizaciones o enfermedades psicosomáticas.